Bulimia. Trabajo de investigación. «El papel de lo cultural en el desarrollo de los trastornos alimentarios. Una lectura clínica de la bulimia en las adolescentes, el mito de la belleza y la compulsión a comer».

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Introducción

En primer término haré una breve reseña conceptual acerca de este trastorno.

El cuadro bulímico se caracteriza por la ingesta en corto tiempo de grandes cantidades de comida denominada compulsiones o atracones alimentarios, acompañados casi siempre, de un efeclo compensatorio para adelgazar como, vómitos, ayunos prolongados, ingesta la de laxantes, intensas y/o extenuanles horas de gimnasia.

Se advierte además, intensos sentimientos de pudor y vergüenza en relación al cuerpo y al acto de comer.

En segundo término haré mención de la inquietud que motivó la realización de este trabajo, ligada al constante incremento -junto con el Sida y la drogadicción – de este trastorno en pacientes mujeres y adolescentes.

Existe una relación directa entre el avance de esta enfermedad y la difusión creciente y masiva de ciertos mensajes publicitarios y de los medios que sobrevaloran la imagen.

Las chicas adolescentes y púberes son las mas proclives a identificarse con dicho mensajes, donde la felicidad y el éxito están ligados a la imagen a estar «flaca y hermosa».

En este contexto de situaciones se exalta lo físico lo que se ve, como una cultura que viene a exacerbar lo que es dado a la mirada, en detrimento de otros aspectos como lo emocional lo sentimental y lo intelectual.

La compulsión como síntoma expresa esta disociación mente cuerpo y la imposibilidad de sostener estas ideas y comportamiento por mucho tiempo.

Desde lo cultural, la condena religiosa, que antes caía sobre lo sexual en la mujer, que prohibía el disfrute sexual, había que llegar virgen al matrimonio y el sexo era para la procreación, ahora lo hace sobre la imagen y el impulso alimentario.

Desarrollo

I)- El valor belleza como ideal.

II)- El discurso publicitario y las adolescentes como consumidoras.

Antecedentes: La obsesión por el comer y los kilos debe comprenderse desde dos vertientes, la personal y la historica-social.

En la antigüedad la gordura era símbolo de poder económico y opulencia.

Ya entre 1950 y 1960 se demuestra cierto poder, no por medio de la gordura, sino por medio de la capacidad de restringirse en la alimenlación.

Mantenerse «flaca» y no comer era símbolo de poderío, de pertenecer a cierta clase alta o tener «nivel». En ese entonces, aún las modelos y actrices de moda, pesaban, término medio, 10 kilos mas que ahora.

En 1970 aparece una modelo, «Twiggi», que con su extrema delgadez mostró una tendencia, un ideal físico a alcanzar.

En 1980, los ideales físicos femeninos tienden a no tanta delgadez, se imponen nuevamente las «formas», pero nuevamente en 1990 aparece una necesidad de disminuir de peso, la moda será «estar flaca» pero con el «cuerpo duro».

La publicidad muestra un mercado que ofrece mejorar la imagen. Así aparecen cantidad de institutos de belleza para perfeccionar la estética corporal, cremas y gel para celulitis, para flacidez, para bajar de peso. En si toda una industria y comercio «al servicio de la mujer», que lleva a muchas a una desenfrenada búsqueda de un cuerpo bello casi perfecto. El caso de la bulimia es el cuadro representativo de esta obsesión.

Ustedes se preguntarán que es lo que hace que tantas jóvenes mujeres sean consumidoras y se identifiquen con estas propuestas. Esto se explica por lo que supuestamente se les da a cambio. Se les ofrece una ilusión de éxito y felicidad completa. El «mito de la belleza» alimenta este deseo de «completud». Además, les «alivia» esta ilusión de otras posibles angustias, que no sea cuidarse, pesarse y medirse el cuerpo. Toda su líbido queda concentrada en ellas mismas.

En definitiva, «El Mito de la Belleza», conlleva un ideal narcisista.

Una paciente de 16 años que padecía de trastornos bulímicos, que por indicación médica llega a consulta, decía: «Lo que mas me preocupa es no estar gorda, lo demás no importa, yo me sentiría la mas felíz de la tierra si luviera el cuerpo de una modelo, ¿sabe? Se me solucionarían todos los problemas de la vida».

Esta desenfrenada búsqueda de delgadez lleva a límites insospechados, por ejemplo: confundir crecimiento con gordura. La mayoría de estas chicas al ensanchamiento normal de sus caderas les asignan categoría de gordura.

III)- La tiranía de las dietas y la inhibición del deseo de comer.

IV)- La compulsión de comer será una salida a la estrictez de la dieta.

Estos dos planteos los desarrollaré simultáneamente.

Se observa frecuentemente en estos pacientes que se someten a estados de privación alimentaria constante, la compulsión a comer que caracteriza a la bulimia sería la contrapartida, una salida sintomática a dicha restricción y una expresión de liberación.

Otro tema es la oferta masiva de dietas para bajar de peso que no contemplan las necesidades psicológicas y orgánicas de los pacientes. por ejemplo: dieta de la luna, dieta líquida, etc.

El tema es que muchas adolescentes son proclives al consumo de estas propuestas. Siguen ellas al pie de la letra estos estrictos planes, aun en contra de sus propios impulsos. El precio de todo esto es el atracón.

V)- Estudio comparativo entre la restricción del apetito sexual y el alimentario.

Antiguamente existían cierlos tabúes que condenaban la libertad sexual de las mujeres. El mito de la «virginidad» era una muestra de ello. La castidad era un valuarte para los jóvenes que pretendían acceder al matrimonio. La libertad sexual era culturalmente patrimonio de los hombres. Las que se desviaban de estos mandatos eran «mal vistas» por su entorno.

Pero históricamente (entre 1960 y 1970) se sucedieron otros hechos que cambiarían el rumbo de estas tendenclas ideológicas:

-Los movimientos de «liberación femenina» y del «hippismo», enarbolaban las banderas de revolución y libertad sexual para todos.

-Otro hecho que generó un efecto sobre los comportamientos sexuales en la mujer es el uso de nuevos y mas seguros métodos anticonceptivos.

Pero simultáneamente a todos estos fenómenos que hablan de un mejoramiento de las condiciones para vivir la sexualidad, aparecen otras condenas sociales. Ahora se desplazarán las condenas en otras cuestiones: sobre la belleza, delgadez y juventud.

La prohibición no se ejerce sobre lo estrictamente sexual, sino en relación al impulso de comer.

VI)- La marca de lo religioso.

Este punto se desprende del anterior y hace alusión al atravesamiento religioso en estas cuestiones.

Así como en algunas religiones se habla de «sacrificios carnales, terrenales», como garantía de aceptación divina. Hacer sacrificios por no comer lo que se desea, será el precio para alcanzar una bella figura.

Conclusiones

Concluyendo diré que el propósito de este trabajo fue ampliar la posibilidad de lectura clínica sobre estos casos (adolescentes con trastornos alimentarios). Rescatando las cuestiones que vienen de lo social (el efecto publicitario, el ofrecimiento masivo e indiscriminado de tratamientos para adelgazar, la sobrevaloración de la imagen.

Bibliografía consultada:

FREUD: «INHIBICIÓN, SÍNTOMA Y ANGUSTIA». «INTRODUCCIÓN AL NARCISISMO». «PSICOLOGÍA DE LAS MASAS».

N. WOLF: «EL MITO DE LA BELLEZA»

FRITZ PERLS: «EL ENFOQUE GESTÁLTICO . TESTIMONIOS DE TERAPIA»

Lic. Graciela Cejas. Año 1994.

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